![]() |
Fuente: Osasuna.es |
“Yo… He visto cosas que vosotros no creeríais”
Roy Batty en Blade Runner
En realidad, y por desgracia, las
cosas que he visto sí que las creeríais. Pese a estar en el año 2017, en pleno
siglo XXI, todavía hay quien no ve (o no quiere ver) hechos machistas y
sexistas. Quizá por producirse en el fútbol, o porque la polémica en cuestión
se da en Osasuna, el caso es que las huestes machistas (o cuñadistas) de
Twitter han hecho su aparición esta semana.
Todo se inició a través de la
denuncia de la socia rojilla Amaia Markotegi a través de la red social, quien
mostraba fotografías de las bufandas rosas de Osasuna con el etiquetado “bufanda
chica”. La asignación al género femenino del color rosa propició la
reclamación, y el propio club ha confirmado que se ha solicitado a Adidas el
reetiquetado de dicho producto.
En la jungla que es Twitter (como
ya he comentado en otras ocasiones) mucha gente, la mayoría, se posicionó a
favor del reetiquetado o la eliminación de esas bufandas de la tienda oficial
rojilla. Sin embargo, hubo quien decidió meter mucho ruido y negar la
existencia del machismo o el sexismo en esta situación. Se llegó a leer que era
una manera de intentar meter mierda, que como no había otra cosa de la que
hablar se echaba mano de esto, o incluso se comparó con cosas que poco o nada
tienen que ver. Pellízquenme, porque no lo entiendo.
En primer lugar, me gustaría
saber qué pinta una bufanda rosa como producto oficial del Club Atlético
Osasuna. No encuentro la relación del color con la institución. Hasta donde yo
sé, nuestros colores son el rojo y, en menor medida, el azul. No encontraremos
rosa en el escudo ni en los estatutos, cuando se definen los colores del
equipo. Teniendo eso en cuenta, una bufanda de dicho color me define lo mismo
que otra verde, negra o violeta, nada. De poco me sirve que haya varios equipos
que comercialicen un producto similar, sinceramente, cada cual sabrá lo que
hace.
En segundo lugar, asumir como “normal”
la asignación del rosa a las chicas nos coloca en las antípodas del
pensamiento. Bueno, en realidad no, puesto que la construcción social rosa –
femenino es bastante reciente, datando del siglo pasado. Está claro que no está
prohibido que un chico compre la dichosa bufanda rosa, ni que una chica compre
una de las rojas, pero que la etiqueta de la prenda diga que es una bufanda de
chica clama al cielo. No es algo extremadamente grave comparado con lo que, por
desgracia, vemos en el día a día, pero no ayuda a romper con los estereotipos,
micromachismos y otras formas de discriminación.
Declaraba Alfonso Ramírez que
Osasuna no puede revisar cada producto que Adidas coloca en la tienda, y puede
ser en parte comprensible (aunque tampoco costaría demasiado). Pero choca con
la idea de ese Osasuna que conmemoró el Día Internacional de la Mujer con los
apellidos de las madres de los jugadores a la espalda y el símbolo femenino en
el pecho. Ese es el Osasuna que a la mayoría nos gustaría ver siempre, un
equipo feminista e implicado de verdad en la lucha. Queremos tener un equipo,
dentro de la jungla machista que es el fútbol, que se desmarque de esas
actitudes y marque la diferencia, que sirva de ejemplo y de trampolín del
cambio. Ese es nuestro Osasuna.
Comentarios
Publicar un comentario