13.236 locos de la cabeza

Fuente: LaLiga

Ser la mejor afición del mundo se demuestra con hechos más que con palabras. A muchos equipos se les llena la boca con su afición, que luego dejan los estadios con una pobre entrada o más silenciosos que un cementerio. Caso aparte son aquellas que increpan a sus jugadores, que les insultan, les agreden, les intimidan en los entrenamientos o atacan sus vehículos cuando las cosas van mal. Es una manera de demostrar tu descontento, pero vaya manera…

En este último aspecto, la afición rojilla es encomiable. En un año tan duro como el pasado, con el equipo arrastrándose por los terrenos de juego y encadenando ridículo tras ridículo, la gente que copaba las gradas de El Sadar dio una lección de saber estar. Cuando incluso algún que otro pito (siempre tras acabar el partido) no hubiera estado de más, los cánticos de principio a fin ganaron la batalla. Pone los pelos de punta ver algo así. Ya lo dijo Miguel Ángel Román, comentarista de BeIN LaLiga, en el último partido en El Sadar: apetece poco despedirse de este estadio y esta afición.

Ya en la temporada del ascenso se demostró que el osasunismo estaba más vivo que nunca. Años de acomodo en la élite, 14 en concreto, habían acomodado también a la gente en cierto modo. Pero el descenso de categoría y, sobre todo, salvarse en el último minuto de la desaparición en Sabadell, revivieron ese germen que demostró estar tan sólo aletargado. El ascenso trajo consigo una más que esperada subida de gente socia: al sector más fiel le acompañó otro grupo que quería ver a las grandes estrellitas en El Sadar. Un grupo pequeño que apareció en los PlayOff y desaparecerá ahora, de nuevo en Segunda. De esta manera, Osasuna logró alcanzar el tope de socios impuesto por LaLiga: 15.000. Sin embargo, no se registraron llenos en toda la temporada, pese a que las asistencias fueron considerablemente buenas. Como explicó la directiva, el no ejercer el derecho de uso de entradas por parte de clubes convenidos impidió a mucha gente quedarse fuera del cupo de socios y no poder aprovechar, después, las localidades que quedaban vacías.

De cualquier manera, se puede afirmar de manera evidente que el osasunismo está más vivo que nunca y que la categoría en la que milita el equipo es indiferente. Así, Osasuna ha batido su propio récord de socios en Segunda División. Sólo en el periodo de renovaciones, que acabó ayer, 13.236 gargantas confirmaron su presencia en el feudo rojillo para la campaña entrante. Nunca antes se había llegado a las 13.000 personas, por lo que se puede tildar de éxito rotundo. Además, todavía queda la campaña de captación de nuevos socios, por lo que la cifra podría aumentar notablemente.

Es el momento de felicitar a esta Junta Directiva por el esfuerzo económico realizado para establecer diferentes ofertas a la hora de llevar a cabo la renovación y captación. Los tiempos difíciles que estamos viviendo ponen al fútbol como un capricho casi de lujo. El desempleo y la precariedad salarial hacen imposible a muchas familias tener su abono, y este problema aumenta cuantos más miembros tiene la familia. Si, además, tenemos en cuenta que hay plataformas de televisión que ofrecen poder ver todo el fútbol de Primera, Segunda y Europa por menos de lo que cuesta un abono y desde la comodidad del sofá y el calor de la calefacción, la complicación es todavía mayor. Por eso es de agradecer que, por primera vez, la afición osasunista tenga la opción de ahorrarse unos billetes y poder invertirlos en cosas de mayor necesidad.

Una bonita cifra sería alcanzar los 14.000 socios y socias, tan sólo 1000 menos que la temporada pasada. Bonito e histórico, una muestra más de que la afición rojilla es, además de una de las mejores, una de las más fieles.

Dicen que estamos locos de la cabeza…


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