Fuente: Osasuna.es |
Osasuna va camino de conseguir
este año, en Segunda, algo que parecía insólito en estos últimos años:
confeccionar su plantilla casi al completo para el arranque de la pretemporada.
Los rojillos tardaron en hacer oficial su primera incorporación (David
Rodríguez) pero, a partir de ahí, el goteo de entradas y salidas ha sido
constante. Tanto es así que, a la espera de cerrar la cesión de Joaquín Arzura y
concretar alguna salida más, el grueso del equipo está ya a las órdenes de
Diego Martínez.
Muchas han sido las salidas este
verano, había que soltar lastre de una plantilla desastrosamente planificada
que llevó al equipo a hacer uno de los mayores ridículos de la historia en
Primera División. Así, han sido 12 las bajas de jugadores del primer equipo y 4
del Promesas que tuvieron más o menos participación con los mayores. Mario,
Vujadinovic y Raoul Loé finalizaron su relación contractual con la entidad
rojilla y no fueron renovados. Sirigu, Digard, Oriol Riera y Rivière acabaron
sus respectivas cesiones. Berenguer, Jaime Romero, Kenan y Sergio León han sido
traspasados y han dejado un importante montante en las arcas del club (10,65
millones de euros). Causic, por su parte, obtuvo la carta de libertad y Osasuna
no recibirá dinero por su salida.
Los cuatro canteranos que
abandonaron la disciplina rojilla lo hicieron de diferentes maneras. Iván
Márquez no fue renovado por Osasuna, Steven e Imanol García no llegaron a un
acuerdo de renovación al entender que la oferta rojilla no les valoraba como
jugadores y Álvaro Fernández aprovechó un error en la redacción de su contrato
para desvincularse y firmar por el Mónaco. En este último caso, el club navarro
entiende que tiene la razón e irá a los tribunales para intentar forzar el
regreso del guardameta riojano. A estos hay que sumarle a Jesús Areso, por
quien el Athletic Club abonó su cláusula de rescisión. Osasuna decidió en aquel
momento romper relaciones con la entidad vizcaína, al entender que existía
abuso de poder en varias operaciones que se estaban llevando a cabo entre ambos
clubes por aquellas fechas. Dos culebrones que empañan el buen trabajo que se
está llevando a cabo este verano desde la dirección deportiva.
Para suplir todas estas bajas,
Osasuna ha entrado de lleno en el mercado y se ha hecho con ocho jugadores (que
pueden ser nueve si se confirma definitivamente la llegada de Arzura u otro centrocampista).
Además, hay que sumar a los dos futbolistas que ascienden desde el Promesas,
Kike Barja y Miguel Díaz. Lucas Torró y Xisco llegan con la carta de libertad
bajo el brazo; Sergio Herrera, Aridane, David Rodríguez y Quique aterrizan a
través de traspasos (3,65 millones de euros desembolsados en total) y Sebas
Coris y Mateo García lo hacen a modo de cesión. Si hay suerte, se les pueden
unir Olavide y Aitor Buñuel, que siguen esperando su tan ansiada ficha
profesional.
Con todo, la plantilla no
quedaría cerrada definitivamente. Diego Martínez no cuenta ni con Nauzet Pérez,
ni con Fuentes. Fue toda una declaración de intenciones el dejarlos fuera de la
convocatoria para el encuentro frente al Burgos del pasado sábado. La salida
del segundo no implicaría la llegada de ningún sustituto, ya que se entiende que,
con Buñuel, Javier Flaño, Clerc y Oier, los laterales están bien cubiertos. El abandono
del segundo sí podría conllevar el fichaje de otro portero. Esa supuesta
llegada no estaría exenta de polémica, puesto que actualmente es Juan Pérez
quien está ocupando ese rol en la portería. Sin embargo, sí que parece evidente
que lo más adecuado para su progresión es que juegue, y eso sólo se lo puede
garantizar el quedarse en el Promesas.
En cualquier caso, todo hace
indicar que el trabajo que se está llevando a cabo este verano es muy distinto
(y mejor) que el que estábamos viendo estos últimos años. A priori, todas las
llegadas mejoran a los que se han ido (quizá con las excepciones de Berenguer y
Kodro), han salido prácticamente todos los que deseaba la afición y se ha
confeccionado un equipo potente para la categoría de plata. Si bien es cierto
que no conviene lanzar las campanas al vuelo, por si acaso, debemos exigir el
competir y estar en la zona alta de la clasificación. Por inversión y nombre de
los fichajes. En el debe de esta plantilla, el quizá poco peso de la cantera,
lo cual se podría subsanar otorgando ficha profesional a los ya mencionados
Olavide y Buñuel.
Con todo, Osasuna podría
presentar esta campaña dos equipos bastante potentes, versátiles y competitivos
(tirando del 4-1-4-1 que parece que gusta a Diego Martínez):
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