![]() |
Fuente: Osasuna.es |
Vaya racha. Seis partidos sin
perder, con cuatro victorias y dos empates. Sólo dos goles en contra en este
trayecto por diez a favor, nada más y nada menos. Y como resultado de este
cóctel, Osasuna es líder en solitario. Parafraseando al gran Enrique Martín,
estamos disfrutando del trayecto y eso nos ha llevado al ático. Venimos de un
año realmente jodido, donde todo salía mal, donde cada fin de semana era una
agonía. Ahora toca disfrutar.
El equipo, claramente, ha
empezado a carburar, a ponerse en forma y a dar muestras de lo que puede ser
capaz. El trayecto es largo y habrá momentos para todo, si nos gana ahora la
euforia nos podemos dar un batacazo curioso a final de temporada. Pero, siendo
conscientes de ello, a ver quién nos impide gozar en este momento.
A estas alturas podemos afirmar
que tenemos portero. Alguien capaz de sacar manos de la nada, con reflejos
felinos y que para tres penaltis en un mismo partido, malo no tiene pinta de
ser. Ya ha empezado a dar puntos, y seguro que así seguirá.
En defensa se ha montado un muro
de hormigón armado que cuesta horrores traspasar. Lillo, Aridane, Oier y Clerc
se compenetran a la perfección y han conseguido, junto a Sergio Herrera, que
Osasuna sea el equipo menos goleado hasta la fecha. En la recámara, Javier
Flaño, Unai, David García y Buñuel, además de los lesionados Tano y Miguel
Flaño, forman un grupo de garantías para afrontar la competición.
El centro del campo también aporta
variantes. A la labor oscura y de destrucción que ofrecen Torró y Arzura (este
último con un pundonor digno de Tajonar), se suma la aportación de un
irreconocible Fran Mérida, quien ha pasado en unos meses de deambular por el
campo a ser un hombre imprescindible en el sistema rojillo. En la parcela más
ofensiva, un Roberto Torres de dulce, el eléctrico Mateo, el comodín De las
Cuevas o Sebas Coris ponen los pases, goles y espectáculo.
Arriba, en la delantera, si algo
hay es dinamita y alternativas. Quique es un delantero como no se veía en años
de rojillo, un hombre capaz de volver loca a la defensa rival, bregador, peleón
y con una calidad técnica exquisita. David es el nuevo Nino, alguien a quien
tanto se echó de menos la campaña pasada. Mucho trabajo oscuro, provocador de
faltas y con gol. Y, para rematar, la torre Xisco. Un jugador que, pese a su
altura, no está exento de velocidad y toque y, además, ha anotado ya tres
dianas saliendo de revulsivo.
En el banquillo, como director de
orquesta, un entrenador que demuestra ser un auténtico estudioso del fútbol,
una persona que analiza al rival al dedillo y sabe cambiar de sistema y
jugadores en función de quién tenga delante. Ha hecho de un equipo casi nuevo
una piña, un grupo de gente que se lleva (o al menos eso parece) muy bien y que
conecta en el campo. Pese a arrancar con dudas, en dos meses ha llevado al
equipo a lo más alto. Su única pega es no haber dado, de momento, oportunidades
a los canteranos, a los chicos más jóvenes del equipo. Ahí están Kike Barja,
Miguel Díaz o Aitor Buñuel esperando su oportunidad. Y seguro que les llegará,
pero tenemos que pedirla, que los éxitos no nos nublen. Porque sí, se puede
disfrutar de las victorias, el juego y los goles y además criticar lo que no
está bien a juicio de cada persona. Disfrutemos, critiquemos, aportemos, gritemos
y, sobre todo, animemos a Osasuna como siempre, como se merece.
Comentarios
Publicar un comentario